APUNTES SOBRE LA ORACIÓN


APUNTES SOBRE LA ORACIÓN
Para los profesores del Colegio de Placeres, por Mª Otilia de Souza Faria rscj
Guión dividido en tres bloques: 1. Reflexiones Generales, 2. Iniciación de
los niños a la oración, 3. Oración y Poesía

I. REFLEXIONES GENERALES
1. Dos constataciones iniciales:
a) Es un tema demasiado amplio. No podemos abarcarlo todo de una vez, ni
tenemos por qué hacerlo, porque hay aspectos que no nos atañen, como
la teología de la oración (teoría), la oración de los contemplativos
(oración monástica), la oración de quien está de ejercicios, la liturgia de
las horas, etc.
Otros aspectos, en cambio, sí pueden orientarnos: la oración
personal, la comunitaria, la litúrgica… la oración con los
sentidos, la oración gestual…
b) ¿Enseñar a rezar? Nadie es maestro de oración, sino Jesús. Lo único
posible es aportar ideas y comunicar experiencias.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Comentar algunos aspectos que
ojalá nos ayuden en nuestra vida de oración personal y su transmisión
a los niños.
2. Definir la oración:
· ¿Hay necesidad de definirla? Hay muchas definiciones: para unos,
es un diálogo con Dios; para otros, un encuentro, para otros una
alianza siempre renovada; para otros, sentirse en presencia de Dios,
ponerse en contacto con Dios…
· Como dice la “Imitación de Cristo” (a propósito de la contrición), “más
deseo sentirla que saber definirla”
Lo esencial: “Cuando rezo, hablo con Dios. Cuando escucho, es Dios quien
me habla. Ahora estoy en su presencia. Él está muy cerca de mí.”
(Oraciones para Niños, ed. SM, p. 32)
Pero en cualquier caso, más que una definición, se trata de la descripción de
una experiencia de oración.
3. Modos de oración: ¿cómo se puede rezar?
Cada persona tiene que encontrar el modo de oración que mejor le ponga
en contacto con Dios. Aun a riesgo de teorizar, como somos distintos, no
a todos nos vendrá bien el mismo tipo de oración.
· En cuanto a la forma, hay dos categorías clásicas:
a) oración mental (meditación, contemplación – de la naturaleza,
del mundo, de Dios -…)
Hay que evitar dos “desenfoques”: 1º, meditar no es lo mismo que
pensar, y pensar no es rezar. 2º, contemplar no es sólo darse
cuenta de una situación.
b) oración vocal (repetir fórmulas conocidas, jaculatorias, el
rosario, las letanías… Puede ayudar, pero hay que evitar la “rutina”,
porque rezar no es repetir palabras.
· En cuanto al contenido, la oración puede ser:
* de petición, alabanza, perdón, acción de gracias
* orar con los salmos (repetitiva, la oración “vicaria”, etc) o con la S.
Escritura
* orar con los sentidos…
* orar con expresión corporal…
* oración comunitaria (que no es la suma de x oraciones personales,
sino que es comunitaria cuando la oración de cada uno es la oración de
todos)
* celebraciones
4. Condiciones: tiempo, espacio, momentos, posturas, actitud…
a) EXTERNAS
Para los niños, es importante cuidar las condiciones tanto externas
como internas.
Para los adultos, a ser posible, encontrar un momento y un sitio
adecuados, pero sabiendo que a cualquier momento y a propósito de
cualquier cosa nos puede brotar un “Loado seas, mi Señor”, un
“¡Gracias!”, un “Bendito seas”, un “Por favor ¡ayúdame!” etc.
b) INTERNAS: “Un corazón quieto y tranquilo” (Oraciones para
niños, p. 33: Oh Señor, haz mi corazón tan tranquilo y tan quieto,
cuando estoy en lo más hondo de la oración, que pueda hasta oír la
blanca niebla que se pierde en el aire.” Oración japonesa))
5. “Señor, enséñanos a orar” (Lc 11, 1 ss)
En la Biblia, lhay muchos ejemplos de oraciones, pero una sola
enseñanza de la oración: es cuando los apóstoles piden al Jesús:
Señor, enséñanos a rezar”.
La respuesta de Jesús es el Padre Nuestro (Lc 1, 2-4 y Mt 6, 9-13), que
es un modelo de oración, en el que hay:
* una invocación: Padre nuestro…
* una alabanza: “santificado…”
* dos deseos: “venga a nosotros” … “ hágase…”
* cuatro peticiones: Danos el pan, perdónanos, no nos pongas
a prueba y líbranos del mal.
(leer también las recomendaciones de Jesús en los versículos que preceden al
Padre Nuestro, en Mt 6, 5-8)
6. ¿Qué oración recomiendan Jesús y los apóstoles en el NT?
a) Orad sin cesar: Lc 21, 36 b / Rom 12, 12 / Ef 6, 18 / Flp 4,
6-7 / Col 4, 2
1 Tes 5, 17-18
Significa que tenemos que tener una consciencia constante de la
presencia de Dios.
b) Pedid y recibiréis: Mt, 21,22 / Mt 18. 19-20 / Lc 11, 9-
10 / Jn 16, 23-24 / Jn 14 13-14 / Jn
15 , 16 / 1Jn 3, 22
Tanto Jesús como los apóstoles nos instan a que pidamos con
insistencia. Y sin embargo dicen también: Vuestro Padre sabe lo
que necesitáis, antes de que se lo pidáis. (Mt 6, 8): “El Espíritu
ora en nosotros con gemidos sin palabras…” (Rom 8,26)
Conclusión: No hay fórmulas para todos ni para siempre. En cada momento y
circunstancia, cada persona encontrará la expresión adecuada.

II. “PEDAGOGÍA” DE LA ORACIÓN
No se trata de una metodología, sino más bien de la descripción de una
experiencia (la oración de la mañana (15-20 minutos una vez a la
semana) en las clases de 3º y 4º)
· PUNTO de PARTIDA
* Como los niños no saben rezar ni están acostumbrados, hay dos
obstáculos iniciales: ¿Qué digo? ¿Cómo lo digo?
Por tanto, iniciarlos en la oración consiste en contestar a estas dos
preguntas, es decir, llenar de contenido estos dos “vacíos”:
¿Qué digo? Hacer aflorar sentimientos, vivencias, experiencias.
¿Cómo lo digo? Facilitarles un vocabulario básico, mediante
ejemplos.
· TRES MOMENTOS :
a) Crear un clima, cuidando las condiciones externas (pupitres
despejados, todo recogido, sentados correctamente, para facilitar
un ambiente de respeto y concentración) y las internas (“un
corazón sereno y tranquilo”)
Siempre encendemos una velita, para dar al rato de oración un
carácter distinto de una clase u otra actividad.
Todos los días repetimos que “estamos reunidos en nombre de Jesús,
y que por tanto él está entre nosotros.” (Mt 18,2º)
b) Para cada día se elige un tipo de oración.
* Petición, perdón, alabanza, acción de gracias
* La Corona de Adviento
* Algo puntual, como el Día de la Paz, fiestas de María…
* Buenos deseos y acciones de gracias (después de Navidad)
* Encuentros de Jesús resucitado, después de Pascua
* Frases de Jesús sobre sí mismo
* Parábolas o enseñanzas del evangelio (p. ej. La curación de los 10
leprosos, el siervo del centurión, Zaqueo, el buen samaritano, el
Padre Nuestro…)
* Los santos. San Francisco (con motivo del Día de la Paz), San Juan
Bosco, San Juan de Dios, San Pablo, Santa Magdalena Sofía, Santa
Rosa Filipina, San Vicente de Paúl, San Maximiliano Mª Kolbe…
Se leen varios ejemplos de la oración elegida, o se hace la lectura
del texto del Evangelio, o se explica la vida del santo elegido. Luego
se dialoga con ellos, para subrayar las enseñanzas, expresiones,
etc. Hacerles hablar, para que aprendan a formular sus
sentimientos y pensamientos.
c) Oración personal: “Nos inclinamos ante el Señor” (Oración de
los Niños, p. 62: Oh Dios me siento dichosa por poder rezar
inclinándome ante ti”, oración de una niña india de la tribu de los
Navajos ). Quien lo quiera, dice en alto su oración.
Es bueno mantener un esquema siempre igual de oración, para ayudara los
niños a concentrarse, y no dispersarlos con novedades cada día. para evitar la
rutina y el “aburrimiento”, la novedad consistirá en la elección de los temas y
en la manera de presentar la oración.

III. ANEXO : Oración y Poesía
La poesía, en cuanto lenguaje, es lo más parecido a la oración: no quiere
enseñar nada, no quiere demostrar nada. Un poema lo que hace es
comunicar. La oración también. Su lectura puede ayudarnos, como a los
niños a través de los ejemplos, a identificar sentimientos y encontrar su
mejor expresión. Tanto la una como la otra, mueven el corazón, no la
cabeza.
Algunos ejemplos:
El discípulo (R. Tagore)
Tu lenguaje, Señor,
es muy sencillo,
mas no es así el de tus
discípulos
que hablan en tu nombre.
Yo comprendo la voz de tus
alas
y el silencio de tus árboles.
Comprendo la escritura de tus
estrellas
con que nos explicas el cielo.
Comprendo la líquida
redacción de tus ríos
y el idioma soñador del humo,
en donde se evaporan
los sueños de los hombres.
Yo entiendo, Señor, tu mundo
que la luz nos describe cada
día
con su tenue voz.
Y beso en la luz
la orilla de tu manto.
El viento pasa,
enumerando tus flores
y tus piedras.
Y yo, de rodillas,
te toco en la piedra y en la
flor.
A veces pego mi oído
al corazón de la noche
para oír el eco de tu corazón.
Tu lenguaje es sencillo,
mas no así el de tus discípulos
que hablan en tu nombre.
Pero yo te comprendo, Señor.
__________________________________________________________
________________
Tres cantares de Antonio Machado enviados a Unamuno:
I . Señor, me cansa la vida, II. O tú y yo jugando estamos
tengo la garganta ronca al escondite, Señor,
de gritar sobre los mares. o la voz con que te llamo
La voz de la mar me asorda. es tu voz.
Señor, me cansa la vida, III. Por todas partes te busco
Y el universo me ahoga. sin encontrarte jamás.
Señor, me dejaste solo, y en todas partes te
encuentro
solo, con el mar a solas. sólo por irte a buscar.
Ofrenda (R. Tagore)
Puse en mi bandeja cuando tenía y te lo di.
¿Qué traeré a tus pies mañana?
Soy como el árbol, que huyendo el verano floreciente,
mira al cielo, levantando sus ramos desnudas de flores.
Pero ¿no habrá entre todas mis ofrendas pasadas
una sola flor
que haya hecho inmarcesible la eternidad de las lágrimas?
¿Te acordarás, me darás las gracias con los ojos,
cuando llegue yo a ti con las manos vacías,
en la despedida de mis días estivales?
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Oración ( André Devos, sacerdote belga (¿?)
Ayúdame, Señor, a saber esperar sin desmoralizarme,
a saber escuchar sin cansarme,
a acoger con bondad,
a dar con amor. a estar siempre ahí cuando alguien me necesite.
Ayúdame a ser esa presencia segura
a la que siempre se puede acudir,
a ofrecer esa amistad que pacifica, que enriquece,
a través de ti, en ti.
Ayúdame a transmitir una paz gozosa,
tu paz en mi alma, Señor,
a estar a la vez centrado en ti
y disponible y acogedor para los otros.
Así, sin hacer nada extraordinario, sin vanagloria,
quizá pueda ayudar a otros a sentir tu cercanía,
porque mi alma les abrirá tus puertas a cada instante.
Desde este amanecer (Card. Lavigerie, fundador de los Padres Blancos –
Misioneros de África)
Señor,
en el silencio de este día que amanece,
quiero pedirte la paz, la sabiduría y la fortaleza.
Quiero ver hoy el mundo con unos ojos llenos de amor;
quiero ser paciente, comprensivo, amable y prudente.
Quiero ver, más allá de las apariencias,
a tus hijos como tú mismo los ves,
y así no ver sino el bien en cada uno.
Cierra, Señor, mis oídos a toda malicia.
guarda mi lengua de toda maldad;
que sólo de bendiciones se llene mi espíritu.
Que yo sea tan bondadoso y alegre
que todos cuantos se acerquen a mí
sientan tu presencia.
Revísteme, Señor, de tu belleza,
para que a lo largo de este día
yo te revele a todos.

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