Un año más,
estas últimas semanas nos hemos preparado para el Adviento, y que este año no nos parezca igual que los anteriores,
dependerá únicamente de nosotros mismos.
No nos olvidamos
de que el Adviento, es toda una posibilidad que tenemos por delante. Dios sigue
llegando cada día a nuestras vidas. Solo necesitamos de una cosa: estar atentos
no solo a la venida de Dios hecho Niño, sino a las llamadas e invitaciones en
nuestros corazones, ese es, el
significado del
misterio de la Navidad, poder disponer nuestra alma para acoger a Jesús, que
nuestro corazón de haga “pesebre”.
Mientras las grandes tiendas se preparan para
la nueva temporada navideña y decoran sus puertas, sus vitrinas… con nieve de
algodón, trineos y pinos decorados...; mientras diseñan las mejores estrategias
para atraer a los compradores y ganar la competencia con otros negocios...;
mientras a las ventanas de las casas se van asomando arbolitos y guirnaldas,
luces parpadeantes, la Iglesia invita a los cristianos a preparar el corazón
para que la Navidad sea la fiesta de Dios-con-nosotros.
Es por esto, que estos días, tanto alumnos,
familias como personal del centro y religiosas, hemos disfrutado con las
representaciones y villancicos de los más pequeños, los mayores se han
preparado a través de momentos de reflexión y convivencia, juntos hemos
celebrado una Eucaristía acompañados por el P. Benjamín, hemos recogido
alimentos para la operación Kilo que se repartirán en los comedores sociales de
Pontevedra y Marín para finalmente acompañar a las obras misionales pontificias
en la campaña de Sembradores de Estrellas el sábado 22.
Comentarios
Publicar un comentario