ORACIONES para SECUNDARIA

DÍA PRIMERO. El Corazón de Jesús nos apaga la sed

LECTURA. Jn 4, 5-15

Así que llegó a una aldea de Samaría llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob dio
a su hijo José [allí se encuentra el pozo de Jacob]. Jesús, cansado del camino, se sentó
tranquilamente junto al pozo. Era mediodía. Una mujer de Samaría llegó a sacar agua.
Jesús le dice: -Dame de beber. Los discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. Le
responde la samaritana: -Tú, que eres judío, ¿cómo pides de beber a una samaritana? [los
judíos no se tratan con los samaritanos].

Jesús le contestó: -Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le
pedirías a él, y él te daría agua viva. Le dice [la mujer]: -Señor, no tienes cubo y el pozo es
profundo, ¿de dónde sacas agua viva? ¿Eres, acaso, más poderoso que nuestro padre Jacob,
que nos legó este pozo, del que bebían él, sus hijos y sus rebaños? Le contestó Jesús: -El que
bebe de esta agua vuelve a tener sed; quien beba del agua que yo le daré no tendrá sed
jamás, pues el agua que le daré se convertirá dentro de él en manantial que brota dando vida
eterna. Le dice la mujer: -Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed y no tenga que
venir acá a sacarla.

COMENTARIO

Tener sed es una necesidad física porque el cuerpo necesita agua para poder vivir.
Pero se puede tener sed de muchas cosas: tener sed de felicidad, de cariño, de dinero, de
fama, de éxito…Todos tenemos muchas clases de sed, y muchas veces las saciamos
comprando muchas cosas, peleándonos con los demás para ganar, haciendo trampas o
comprando la amistad.

La samaritana iba al pozo no solo a buscar agua, sino que quería ser feliz de verdad.
Jesús le enseñó su corazón lleno de amor a Dios y a los demás. Y le dijo que el agua
verdadera es querer a la gente como Dios nos quiere a todos, pensando siempre en los
demás antes que en uno mismo. Porque dando es como de verdad se recibe.

BREVE SILENCIO

 Cada uno puede expresar en voz alta algún sentimiento, idea o petición.

ORACIÓN FINAL

Corazón de Jesús, que le ofreciste a la samaritana un agua que calma la sed de
felicidad: enséñanos qué agua es esa y dónde está su fuente. Ayúdanos a conocer a fondo
tu corazón par parecernos a ti y calmar la sed de nuestro corazón. DÍA SEGUNDO. El Corazón de Jesús es compasivo

LECTURA. Mc 6, 34-37

Al desembarcar, vio un gran gentío y se compadeció, porque eran como ovejas sin
pastor. Y se puso a enseñarles muchas cosas. Como se hacía tarde, los discípulos fueron a
decirle: -El lugar es despoblado y la hora está avanzada, despídelos para que vayan a los
campos y a las aldeas vecinas a comprar algo para comer.
Él les respondió: -Dadles vosotros de comer.
Replicaron: -Tendríamos que comprar pan por doscientos denarios para darles de
comer.

COMENTARIO

El Corazón de Jesús sentía compasión cuando veía a la gente sufrir o pasar
necesidad. Toda su vida la pasó “haciendo el bien y curando a la gente” (Hch 10,38). Pero no
quería hacerlo él solo, sino que les dijo “dadles vosotros de comer”… ¿tenemos un corazón
compasivo como el de Jesús cuando vemos sufrir la gente no solo en el colegio o con los
amigos, sino con los inmigrantes, los pobres, los que nos rodean? ¿Qué tenemos que
hacer para “darles de comer” como decía Jesús?

BREVE SILENCIO

 Cada uno puede expresar en voz alta algún sentimiento, idea o petición.

ORACIÓN FINAL

Corazón compasivo de Jesús, que pasaste por la vida haciendo el bien y curando a la
gente que sufría: ayúdanos a ser como tú y tener un corazón sensible. Que no pasemos de
largo cundo vemos sufrir a la gente creyendo que eso no va con nosotros porque somos
pequeños. Que no seamos indiferentes como nos dice el Papa, para que podamos
parecernos a ti.
DÍA TERCERO. El Corazón de Jesús nos enseña a ser personas

LECTURA. Lc 4, 14-21

Impulsado por el Espíritu, Jesús volvió a Galilea, y su fama se extendió por toda la
comarca. Enseñaba en sus sinagogas, respetado de todos. Fue a Nazaret, donde se había
criado, y según su costumbre entró un sábado en la sinagoga y se puso en pie para hacer la
lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías.

Lo abrió y dio con el texto que dice: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me
ha ungido para que dé la Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a
los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el
año de gracia del Señor.

Lo cerró, se lo entregó al empleado y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos
en él. Él empezó diciéndoles: -Hoy, en presencia vuestra, se ha cumplido este pasaje de la
Escritura.

COMENTARIO

El Corazón de Jesús tuvo una misión: anunciar con su propia vida que el Reino de
Dios está ya en medio de nosotros y cómo tenemos que ser nosotros para ser personas.
Debemos ser bondadosos, compasivos, practicar la no violencia, comprometernos con los
pobres y excluidos de la sociedad, ser creadores de paz, honrados y sedientos de justicia
como Él. De este modo el Reino de Dios se hará un día realidad.

BREVE SILENCIO

 Cada uno puede expresar en voz alta algún sentimiento, idea o petición.

ORACIÓN FINAL

Corazón compasivo de Jesús, que anunciaste la BUENA NOTICIA del Reino de Dios.
Ayúdanos a ser como tú y a tener un corazón como el tuyo. Ayúdanos a crecer como
personas y apártanos de todas las tentaciones que nos hacen menos humanos y nos
impiden parecernos ti. DÍA CUARTO. El Corazón de Jesús es el corazón de Dios Padre

LECTURA. Lc 15, 11-24

Un hombre tenía dos hijos. El menor dijo al padre: “Padre, dame la parte de la
fortuna que me corresponde”. Él les repartió los bienes. A los pocos días, el hijo menor
reunió todo y emigró a un país lejano, donde derrochó su fortuna viviendo como un
libertino. Cuando gastó todo, sobrevino una carestía grave en aquel país, y empezó a
pasar necesidad. Fue y se puso al servicio de un hacendado del país, el cual lo envió a sus
campos a cuidar cerdos. Deseaba llenarse el estómago de las bellotas que comían los
cerdos, pero nadie se las daba.

Entonces recapacitando pensó: -“A cuántos jornaleros de mi padre les sobra el pan
mientras yo me muero de hambre. Me pondré en camino a casa de mi padre y le diré: He
pecado contra Dios y te he ofendido; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Trátame como a uno
de tus jornaleros”. Y se puso en camino a casa de su padre. Estaba aún distante cuando su
padre lo divisó y se enterneció. Corriendo, se le echó al cuello y le besó. El hijo le dijo: -
“Padre, he pecado contra Dios y te he ofendido, ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el
padre dijo a sus criados: -“Enseguida, traed el mejor vestido y vestidlo; ponedle un anillo en
el dedo y sandalias en los pies. Traed el ternero cebado y matadlo. Celebremos un banquete.
Porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado”. Y
empezaron la fiesta.

COMENTARIO

 El Corazón de Jesús conocía a fondo cómo era el corazón de Dios nuestro Padre
porque estaba tan unidos que eran una sola persona. Jesús se ponía furioso cuando la
gente despreciaba y condenaba a los que creían que eran pecadores. No siempre se
enfadaba, sino que les hacía ver cómo Dios pensaba de manera diferente. Jesús nos
enseñó que el Corazón de Dios es una casa con las puertas siempre abiertas. Él siempre
perdona y acoge a todos, sobre todo cuando han perdido la esperanza, como el hijo
pequeño de la parábola que Jesús contaba. Por eso tenemos que dejarnos perdonar por
Dios, que siempre nos quiere, y tenemos que saber perdonar como perdonaba Jesús.

BREVE SILENCIO

 Cada uno puede expresar en voz alta algún sentimiento, idea o petición.

ORACIÓN FINAL

 Corazón de Jesús, que nos has enseñado cómo es el corazón de Dios, que siempre
persona y siempre acoge. Ayúdanos a pedir perdón a Dios y a los demás y a perdonar
como Tú perdonabas. Ayúdanos a conocer mejor a Dios nuestro Padre, para que podamos
parecernos a ti.

DÍA QUINTO. El Corazón de Jesús es Amor

LECTURA. Jn 15, 9-10. 12-13. 17

Como el Padre me amó así yo os he amado: permaneced en mi amor. Si cumplís
mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he cumplido los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Éste es mi mandamiento: que os
améis unos a otros como yo os amé. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida
por los amigos. Esto es lo que os mando, que os améis unos a otros.

COMENTARIO

 El Corazón de Jesús es, sobre todo, amor. Amor a Dios, amor a los demás: a los que
tenía cerca (su madre, sus discípulos, sus amigos) y a toda la humanidad. Por ellos, por
todos, dio su vida. “Los amó hasta el extremo” dice san Juan. Ése es el Corazón de Jesús.

 El Corazón de Jesús es lo que conocemos de Dios, porque a Dios nadie lo ha visto
nunca. Pero Dios mismo quiso decirnos cómo era, y nos dijo que mirásemos y
conociésemos a Jesús. Conocerle a Él es conocer a Dios.

 Por eso Jesús nos dijo que lo único que tenemos que hacer en al vida es “Amarnos
unos a otros como Él nos ha amados”. Hacerlo es la mejor oración que podemos hacer al
Corazón de Jesús.

BREVE SILENCIO

 Cada uno puede expresar en voz alta algún sentimiento, idea o petición.

ORACIÓN FINAL

 Corazón de Jesús, tú nuestro amigo. En ti podemos descansar y confiar. Eres
bueno, cariñoso y sencillo. Contigo no tenemos miedo a nada. Enséñanos a amar a los
demás como tú, para que podamos parecernos a ti.

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